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Cuestiones de lingüística, semitismos y otras cosas…

«Porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.»

(Mt 26,28)

En Mt 26,28, la expresión perí pollōn (περὶ πολλῶν), -por muchos-, es un semitismo. Corresponde al hebreo HaRabbim (הָרַבִּים) que, literalmente, es “los muchos”, pero el adjetivo se convierte en un superlativo relativo (Alonso Schökel, 1994), de manera que la expresión se puede traducir como “los más numerosos”, indicando una gran multitud con respecto a otros. Ver, por ejemplo, 1 Re 18,25:

«Elías dijo a los profetas de Baal: “Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos. (הָרַבִּ֑יםlit. los muchos, respecto a nosotros)”»

(1 Re 18,25)

Este versito suele traducirse, también, como “since you are so numerous -pues ustedes son tan numerosos-” (Bible Hub, 2020), una clara tendencia a la totalidad. 

Algunos han relacionado la palabra “muchos” con la minoría, de manera que “los muchos” serían “los menos” respecto a “todos”. Esto, en el pensamiento semítico, es una contradicción, pues “los muchos” son los que tienden a la totalidad.

De manera que, las expresiones “los muchos” y “todos”, en el pensamiento semita, son equivalentes. Este uso de uno u otro se puede observar claramente en la carta a los Romanos, que dice: 

«Así pues, como el delito de uno atrajo sobre todos los hombres (πάντας ἀνθρώπους, pantas anthrōpous) la condenación, así también la obra de justicia de uno procura a todos (πάντας ἀνθρώπους, pantas anthrōpous) la justificación que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia de un hombre los muchos (οἱ πολλοί, hoi polloi) fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos (οἱ πολλοί, hoi polloi) serán constituidos justos.»

(Rom 5,18-19)

En este sentido, se puede decir que el evangelista Mateo está insinuando que la sangre de la Alianza es derramada por “los muchos más” o “por los más numerosos”. No menciona en relación con qué, por eso, se entiende que es “por todos”, aunque no todos lo acepten.

Pero ¿por qué Mateo empleó esta expresión semítica? La clave se encuentra en el Antiguo Testamento. El evangelista está aludiendo a Isaías. En el contexto de la última cena (donde Jesús se está despidiendo de sus discípulos para ser entregado a la muerte) los destinatarios, de pensamiento semita, eran transportados al escrito del profeta:

«Todos (כֻּלָּנוּ, kulanu) errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros (כֻּלָּנוּ, kulanu). […] Mi Siervo justificará a muchos (לָרַבִּים, laRabbim), pues las culpas de ellos soportará. Le daré su parte entre una gran multitud (בָרַבִּ֗ים, baRabbím) y con poderosos repartirá despojos, pues se entregó indefenso a la muerte y fue tenido por un rebelde, cuando él soportó la culpa de muchos (רַבִּים, rabbím) e intercedió por los rebeldes.

(Is 53,6.11b.12)

Hay aquí un juego de palabras interesante, pues en contexto, el escritor sagrado habla de todos, es decir, toda la comunidad, todo el Pueblo de Dios. Luego, este todos se transforma en los muchos entre los que heredará junto con los poderosos y, finalmente, en los muchos cuyos pecados serán cargados. Pero estos muchos, siguen siendo todos. Por eso, en el contexto rabínico, la palabra hebrea HaRabbim se refiere, generalmente, a la comunidad, la asamblea, al Pueblo… es decir, los llamados o convocados.

Por lo tanto, para Mateo, cuando Jesús dice «ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados», se trata del cumplimiento de la Escritura de Isaías, del Siervo de Yahvé, que soportó el pecado de “todos”, del nuevo Pueblo de Dios, de la Iglesia. Es decir que, para Mateo, Jesús derrama su sangre por todos, para que todos puedan llegar a ser su Iglesia. 

Es importante recordar que, en el relato de la última cena, según Mateo y Marcos, Jesús ha dicho “por muchos” pero, según Lucas y Pablo, ha dicho “por ustedes”. Esto hace que las palabras se hagan concretas en la comunidad presente, en los convocados, en la Iglesia. Para Lucas y Pablo, la totalidad se hace concreta en los que conmemoran el sacrificio, extendiéndolo al pasado, presente y futuro. El contexto litúrgico del memorial es propio de Lucas y Pablo. Ni Mateo, ni Marcos, contienen la última frase: “haced esto en memorial mío”. Esta es la razón por la cual, en la Liturgia Católica, se ha eliminado la traducción dinámica y se ha preferido la traducción literal “por muchos” y “por ustedes” en los rituales, lo que también está en sintonía con el semitismo HaRabbím, que se refiere a la asamblea, a la comunidad, a la Iglesia.

Respecto a esto, el entonces Papa Benedicto XVI se inclinaba sobretodo por el uso de “por ustedes” lucano-paulino en la liturgia, porque es ahí donde el sacrificio se hace concreto para cada uno de los que participan del memorial. Sin embargo, el “por todos” (por muchos), alcanza ontológicamente a toda la humanidad (en cuanto al ser), por tanto, esta dimensión escatológica es la que le da el sentido pleno a la expresión mateana, cuyo trasfondo es el que nos interesa en este caso particular, y no tanto el uso litúrgico lucano-paulino.

“En la sociedad actual tenemos la sensación de no ser en absoluto «muchos», sino muy pocos, una pequeña multitud, que se reduce continuamente. Pero no, somos «muchos»: «Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lengua», dice el Apocalipsis de Juan (Ap 7,9). Nosotros somos muchos y representamos a todos. Así, ambas palabras, «muchos» y «todos» van juntas y se relacionan una con otra en la responsabilidad y en la promesa”.

Carta de su santidad Benedicto XVI al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Vaticano, 14 de abril de 2012

#TrasfondoSemíticoDeMateo