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Ellos se llevaron a Jesús y cargando él mismo la cruz, salió al lugar llamado “La Calavera” en hebreo Gólgota. Allí lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y a Jesús en el medio. Pilato escribió un letrero que decía: “Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos” y lo hizo poner sobre la cruz. (Juan 19, 16b-19)

Hace algunas semanas escribía acerca de la experiencia de abandono de Dios Padre que Jesús sintió al momento de llevar su vida a limites muy grandes como lo fue en el Getsemaní, así como en la Cruz. En este blog quisiera retomar la cuestión de la Cruz, por ser el momento culmen donde se logra entrever la muestra de amor, más grande que se ha tenido para con nosotros, y también porque la crucifixión es el reflejo de lo que muchas personas experimentan actualmente.

El pasaje del Evangelio presenta a un Jesús que siendo condenado es obligado a cargar él mismo su “pecado”, aquel que lo llevará a morir. Sin embargo, parece ser una realidad que muchas veces se ve presente en nuestra sociedad, gente es condenada y es obligada a cargar su cruz, para de ese modo morir. Gente inocente que es sobajada, y que nadie velamos por ellos.

Hemos pensado y se no ha inculcado que cada uno es dueño de su cruz, y tenemos que cargarla, sin embargo, eso nos lleva a olvidarnos de los demás, y caminar hacia adelante sin ver a quien va a mi lado. Muchas personas experimentan día a día la crucifixión, al ser marginados socialmente, al ser menospreciados, y nosotros somos causantes de ello. Gente sin comida, sin vestido, sin techo, sin empleo, sin esperanza, por quien pudiéramos hacer algo, sin embargo, vamos cegados cargando NUESTRA cruz.

Jesús, lo hemos visto en tantas imágenes, al ir caminando al Gólgota, a pesar de experimentar dolor y sufrimiento no va centrándose en sí, posiblemente va consolando, hablando y dando palabras de aliento a quienes iban junto con él, y en ese momento de la Cruz, no se olvida de pedir al Padre por los demás.

Siendo el momento más grande de amor y de entrega, Jesús mismo nos demuestra que necesitamos ver por los demás, aun por quienes están siendo crucificados conmigo.

Te invito a reflexionar, que has hecho en esta pandemia por los demás, es en estos momentos donde encontramos a mucha gente que sufre y experimenta abandono, diario logramos ver en las noticias que hay gente que cambia ropa por comida, que lava carros por una lata de comida, que incluso sufren desesperación y depresión por no tener el sustento del día a día. No nos ensimismemos en lo que nos pudo ver faltado o no, salgamos en ayuda del hermano que también va cargando la cruz del día a día, para caminar juntos.