[ A+ ] / [ A- ]

Sobre eso tendríamos muchas cosas que decirles, pero difíciles de explicar, porque se han hecho lentos para comprender. Después de tanto tiempo ya deberían ser maestros, pero tienen de nuevo necesidad de que alguien les enseñe lo más elemental del mensaje divino. ¡Vuelven así a necesitar de leche en vez de alimento sólido! Todo el que se alimenta de leche es incapaz de entender el mensaje que lleva a la salvación, pues es un bebé. El alimento sólido, en cambio, es propio de los adultos, de los que de tanto practicar, tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el mal. (Hebreos 5,11-14)

El autor de la carta a los Hebreos, hace una fuerte llamada de atención a los destinatarios, …ya deberían ser maestros, que probablemente a nosotros nos pueda también mover un poco hacía una reflexión el día de hoy. La Biblia de la Iglesia en América en sus notas, menciona que “la dificultad para comprender no depende de la complejidad del tema, sino de la indolencia de oyentes y lectores”, así mismo podríamos decir que la falta de un avance en nuestro camino es no solo culpa de que no se me de lo necesario, o de que sea solo para algunos el mensaje dado, sino también es nuestra responsabilidad.

Si bien los destinatarios sean de la segunda generación de cristianos (70-110 d.C.), se hace muy actual, al igual de puede describir una situación de una comunidad cristiana que no progresa, más bien retrocede. Porque lo difícil no es “aprender”, “tomar clases”, “leer libros”, sino el llevar eso a entender el mensaje de salvación y compartirlo, no solo quedarnos con ello.

Ahora te pregunto: ¿Cuánto tiempo tienes de conocer a Cristo? ¿Cuánto ha crecido tu madurez espiritual? ¿Crees estar tomando alimento sólido o sigues siendo un bebé?  La Biblia, el Magisterio y la Tradición tienen mucho que enseñarnos, sin embargo, es necesario que maduremos espiritualmente para poder entenderlo. 

Esto sucede solamente cuando escuchas, aprendes y pones en práctica cuando llegan las pruebas. Es tiempo de eliminar la mala costumbre de dejar para después. Es tiempo de cambiar ahora. Es tiempo de escuchar la Palabra y guardar todo ese aprendizaje y ponerlo por práctica inmediatamente. ¿Qué escuchaste? ¿Qué piensas que es necesario cambiar? Entrégalo hoy y cambia hoy. 

Es necesario superar ya la mediocridad que nos ha hecho retroceder o conformarnos, hay que tender hacia el esfuerzo personal y profundización de la recta enseñanza, a lo fundamental de la vida cristiana.