Teología Pastoral y Tecnologías de la Información y Comunicación
Ante la realidad que se impone abruptamente con sus cambios y riesgos, especialmente hoy a causa del nuevo coronavirus y de la enfermedad del COVID-19, la respuesta de la Iglesia no tardó en hacerse presente y alcanzar las duras consecuencias de la contingencia.
Miles de personas quedaron en el desempleo o, por lo menos, dejaron de recibir ingresos. Otros fueron arrastrados a la pobreza debido a la parálisis estructural de la sociedad, por el miedo terrible a lo que el pequeño organismo SARS-COV-2 es capaz de hacer a nuestro cuerpo mortal y corruptible.
Es en este contexto que, la Diócesis de Ciudad Juárez, a través de sus ministerios de Cáritas, emprendió un programa de solidaridad urgente, llamado “Todos en la misma barca”, el cual consiste en un equipo de personas coordinadas por el Pbro. Luis Escudero, responsable de la Pastoral Social en la diócesis, encargados de recolectar, organizar y distribuir despensas.
Tarea gigante la que se propuso Pastoral Social, pero no imposible. Mediante contenedores en los principales súper mercados de la Ciudad, campañas publicitarias exhortando a la solidaridad, y voluntarios dispuestos a trabajar día a día por el hermano, se ha logrado apoyar a miles de familias necesitadas, afectadas por la incapacidad de producir su propio ingreso.
La logística, el control de inventario, y las estadísticas, son aspectos que consumen demasiado tiempo y esfuerzo, sobre todo en un contexto de urgencia, de contingencia. Es ante esta necesidad de optimizar y automatizar los procesos matemáticos y logísticos que surge este proyecto.
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS) son una herramienta imprescindible en el anuncio del Evangelio al mundo de hoy, pues permite concentrar las fuerzas humanas en lo realmente crucial y dejar a la tecnología el trabajo computable.
El proyecto consiste, pues, en una plataforma de software diseñada para controlar la entrada de alimentos de diferente origen (empresas, parroquias o súper mercados), registrar la existencia actual en kilos, calcular el número de despensas que se pueden armar, registrar el armado de despensas, un catálogo de agentes de cáritas que van a ser el puente entre las personas necesitadas y la Diócesis, un catálogo de beneficiarios, un pequeño algoritmo de inteligencia artificial para proponer los agentes que se podrían surtir de acuerdo al número de despensas requeridas, el orden en que se pidió, y la última vez que se le entrego despensa, el registro de salida de alimento en kilos cada vez que se entregan despensas, y, por último, múltiples reportes de superávit, déficit, personas beneficiadas, kilos de ayuda, etcétera; todo esto, con el fin de que el amor y la solidaridad lleguen a la gente que más lo necesita, de una manera organizada y estable.
El responsable primero del proyecto es el Pbro. Luis Escudero, quien delegó la responsabilidad de la plataforma al Ing. Gerardo Sánchez, del grupo Caridad y Verdad, experto en control de inventarios y administración de proyectos, quien integró en su equipo al Ing. Julio Fernández para el desarrollo del software.
El programa Todos en la misma barca se corresponde con el método Ver, Juzgar y Actuar, casi por su misma naturaleza de respuesta de la caridad ante una situación urgente.
Surge de ver la realidad de las consecuencias devastadoras del confinamiento, pues, puede que las personas más pobres se salven del coronavirus, pero ¿cómo se salvarán del hambre? El riesgo de enfermar gravemente no desapreció para ellos.
El juicio tuvo que ser rápido pero sensato. El Obispo, el Pbro. Luis Escudero, todos los ministerios de cáritas, juzgaron la realidad y, de ese juicio, nace Todos en la misma barca.
De ahí que, desde los primeros días de confinamiento, la Diócesis se preparó para enfrentar las graves consecuencias alimentarias que esto iba a provocar, y actuó. Manos a la obra. Trabajo duro y constante, desde entonces, de todos los voluntarios.
Teología Pastoral y TICS
La acepción de la Teología Pastoral como “la prolongación de la misión de Cristo por parte de la Iglesia” leída en el mundo posmoderno abarca, sin duda alguna, la tecnología. Prolongar la misión de Cristo es, también, traerla al mundo actual. No se trata de arqueología, ni de historia, ni de prehistoria. Cristo está vivo hoy y su misión nos alcanza en el mundo real, el mundo de hoy. Su Palabra es tan actual, que resulta más actual que las noticias de mañana.
Por lo tanto, la instauración del Reino de Dios, hoy, debe apoyarse también en las herramientas tecnológicas que el hombre, con su capacidad dada por Dios, ha creado.
Si las TICS nos permiten ejercer el amor con mayor profundidad y alcance, entonces, bienvenidas sean, al final, “seremos juzgados por el amor” (Cf. Sta. Teresita de Liseux).
La evangelización es la misión principal de la Iglesia, si no es que la única. Al respecto, Jesús decía: “lo que les digo al oído, grítenlo desde las azoteas” (Mt 10,27). Pablo VI apuntaba que las TICs, son las “nuevas azoteas”.
El uso, pues, de las TICs en esta contingencia de salud, tiene pleno sentido, sobre todo considerando que el proyecto Todos en la misma barca tiene la visión centrada en los más pobres, y Jesús, en su ministerio, refleja una clara predilección y cariño por los pobres, los humillados, los débiles, a quienes les restituye la dignidad de personas y de hijos de Dios.
El desarrollo de la aplicación ha sido incremental y adaptativa. Cada vez que se desarrolla una funcionalidad, se pone en marcha. Sin embargo, no siempre la realidad del día a día en el proceso de organización corresponde a lo que se planeó primero, por lo que se hacen constantes adaptaciones y correcciones al sistema para que esté sumergido en la realidad de los voluntarios que trabajan constantemente.
En este sentido, no se inventó una solución para imponerla en el proceso de la vida real, sino que se han ido creando herramientas especiales para ayudar a automatizar los procesos que ya se venían haciendo, y facilitar la solución de problemas.
Conclusión
El programa Todos en la misma Barca es, sin duda, la respuesta pastoral de la dimensión social en la Diócesis de Ciudad Juárez a la contingencia sanitaria causada por la llegada del COVID-19.
Afortunadamente, el uso de las herramientas tecnológicas ha permitido concentrar las fuerzas y recursos en el ejercicio de la caridad con claridad, organización y mayor impacto de lo que se hubiese logrado sin recurrir a las TICs.
Finalmente, se puede afirmar que la teología pastoral y las tecnologías de la información y comunicación son inseparables en el mundo de hoy.
Siempre en busca de la nueva y más útil tecnología, incluso probando sistemas en fase Beta. Julio se encarga de la creación de aplicaciones web con infraestructura de punta. Cuando no se encuentra detrás de su ordenador convirtiendo el café de la mañana en código fuente, Julio se divierte y pasea con su familia.