Presencia.-
El padre Ramiro Rochín Gaxiola, párroco de Santa Cecilia, también responde a las preguntas con las que intentamos reflexionar sobre cómo podemos hacer actual el mensaje de la Virgen de Guadalupe, a casi 500 años de sus apariciones.
Aquí sus respuestas:
¿Cómo se puede expresar que el mensaje de la Virgen de Guadalupe sigue siendo vigente?
El mensaje de la Virgen del Tepeyac sigue siendo vigente, y la prueba es que los mexicanos, por millones, se siguen acercando a Ella. Y es que el mensaje guadalupano es el de una Madre que habla con ternura, con cariño, con delicadeza a unos hijos que están sufrientes y necesitados. El pueblo mexicano sigue siendo un pueblo pobre, con enormes carencias, y sigue sufriendo la violencia y la prepotencia de los más encumbrados. Es una nación que sigue viviendo en la incertidumbre de lo que pasará mañana, y sigue llorando la pérdida de muchos de sus miembros, ya sea por la delincuencia tan generalizada, o por eventos históricos como esta pandemia de Covid. Así que se necesita, y mucho, el consuelo de la Madre del Tepeyac. Se sigue anhelando, y mucho, la caricia de nuestra Madre del Cielo y su gesto amoroso que seque las lágrimas de tantos que lloran.
¿Qué lección podemos aprender sus hijos a casi 500 años de sus apariciones?
Creo que la lección principal del acontecimiento guadalupano sigue siendo la misma que hace 500 años, y se puede resumir en lo que la Virgen le pide a San Juan Diego, en las cosas que le encomienda: «Anda y pon todo tu esfuerzo». En realidad, en esta frase de la Morena del Tepeyac, se sintetiza un plan de vida encaminado a la perfección. O, como alguien dijo alguna vez, el cristiano debe ser como «una cuerda de violín», que tiene que estar bien estirada para que suene bien. Así que, como San Juan Diego, todo mexicano guadalupano está llamado al esfuerzo constante para practicar todas las virtudes cristianas, siempre ordenadas al amor a nuestro Dios y al prójimo.
¿Qué significa hoy en día, en medio de un país que se observa dividido y con las realidades que se viven -migración, nuevas ideologías, persecución cristiana- vivir según el Acontecimiento Guadalupano?
Ciertamente que estamos viviendo realidades muy difíciles. Sin embargo, si nos remontamos al mundo en el que vivía Juan Diego, lo que hoy estamos experimentando parece muy poco. Porque en el tiempo de las apariciones de la Virgen de Guadalupe estaba ocurriendo un cambio gigantesco: desaparición no solo del imperio azteca, sino la destrucción de toda una civilización, es decir, toda la cultura prehispánica, con la muerte de muchos indígenas por las enfermedades que traían los europeos, además de la caída permanente de sus instituciones, de sus mismas religiones y sus divinidades y las maneras de ser que habían prevalecido durante siglos, incluyendo la pérdida de sus lenguajes y la llegada de unos hombres jamás vistos antes. Y estos conquistadores no rara vez fueron crueles con ellos. Creo que no sería una exageración decir que a los indígenas contemporáneos de San Juan Diego les tocó vivir tiempos «apocalípticos». Por tanto, si el acontecimiento guadalupano fue relevante para ellos, también lo es para nosotros, especialmente por estos tiempos duros que estamos viviendo. Nuestra Madre de Guadalupe nos consuela sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles. Su mensaje sigue estando plenamente vigente.